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Crónica política: Hace falta un protocolo para la ceremonia de El Grito

Opinión por Rosy Ramales

Es normal la expectativa generada en torno a la primera celebración Patria encabezada por el primer Presidente de México de izquierdaAndrés Manuel López Obrador.

Casi la misma originada cuando en nuestro país por vez primera gobernó la derecha en la persona de Vicente Fox Quesada. Quizá más entonces porque después de alrededor de 70 años El Grito de Independencia lo daría un mandatario que no era del PRI.

Quizá la mayor diferencia estriba en que AMLO es el líder de la “Cuarta Transformación”, por eso siempre genera más expectativa.

En los comicios del 2000 el PAN solo ganó la Presidencia de la República. Mientras que en 2018 López Obrador no solo ganó ésta, sino también, vía la coalición Morena-PT-PES, la mayoría de la Cámara de Diputados Federal, un alto número de senadurías, gubernaturas, Congresos Locales y ayuntamientos en aquellas históricas elecciones concurrentes.

Y a decir verdad, todo lo hizo posible vía Morena, partido que fundó ex profeso de su aspiración; los partidos del Trabajo y Encuentro Social más bien fueron aliados para generar impacto mediático porque su aportación de votos fue pírrica; los candidatos petistas y pesista ganaron gracias al efecto AMLO-Morena.

En fin, el líder moral de la “Cuarta Transformación” innovó en las celebraciones Patrias, sobre todo en la conmemoración del aniversario de El Grito que marcó el inicio de la guerra de Independencia de México.

¿En qué innovó? En “20 vivas” : ¡Viva la Independencia! ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla! ¡Viva José María Morelos y Pavón! ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva Leona Vicario! ¡Vivan las madres y los padres de nuestra patria! ¡Vivan los héroes anónimos! ¡Viva el heroico pueblo de México! ¡Vivan las comunidades indígenas! ¡Viva la libertad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la democracia! ¡Viva nuestra soberanía! ¡Viva la fraternidad universal! ¡Viva la paz! ¡Viva la grandeza cultural de México! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!

¿En qué más? En que salió al balcón principal de Palacio Nacional acompañado solamente de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller para recordar El Grito de Dolores dado la madrugada del 16 de septiembre de 1810 por el cura Miguel Hidalgo y Costilla.

Bueno, Beatriz lo acompañó hasta el balcón principal, pero estuvo dos pasos atrás del Presidente; obvio, para dejarle margen de movimiento al ondear la Bandera Nacional y tocar las campanas.

Pero distinto a sus antecesores (panistas y priistas) quienes salían flanqueados, además de la cónyuge, de los titulares de los otros dos Poderes: Legislativo y Judicial, así como del Secretario de la Defensa Nacional; incluso, de los hijos (cosa harto mal vista por el pueblo).

Fox lo criticó así en la red social: Que solito y poca cosa se veía López en el balcón de palacio. Lo que hace la soberbia y el poder, un palacio para el solito. Triste figura, nadie que lo acompañe.”

Y hubo tuiteros que consideraron que al salir AMLO sin los representantes de los otros dos Poderes, estaba enviando el mensaje de que el Estado es solamente él.

Cada quien es libre de valorar, de pensar o de creer lo que considere. Sin embargo, hasta donde se sabe, no existe una ley donde se establezca cómo debe desarrollarse el protocolo de la ceremonia de El Gritono hay un protocolo.

Por eso cada mandatario nacional le ha dado el toque conforme a su creencia, civismo, fervor patrio, etc. Por ejemplo, en los “vivas” Vicente Fox incluyó a Leona Vicario, llamó a la unidad de los mexicanos, también vitoreó a la democracia y a las instituciones. Claro, sobre todo al encabezar su primer Grito como el primer mandatario emanado de un partido distinto al recién destronado PRI.

Hace falta un protocolo para conmemorar El Grito de Dolores a fin de evitar ideologizar o partidizar un acto solemne e institucional, como lo es la celebración del llamado del cura Miguel Hidalgo a la sublevación en contra de la corona española.

Un acto tan solemne, que marcó la vida del México Independiente, no puede dejarse al libre arbitrio de cada Presidente de México, o de cada gobernador de entidad federativa, o de cada presidente municipal o alcalde.

Vean lo que hizo la alcaldesa de Tlalpan, @patiaceves a quien se le ocurrió vitorear: “Viva la cuarta transformación…” Y el pueblo ahí reunido le chifló, abucheó y hasta le profirió groserías; no así cuando ella mencionó a cada personaje de la historia de 1810, entonces el pueblo con fervor patrio gritaba “viva”.

Y habría que escuchar a cada alcalde, presidente municipal y gobernador para darse cuenta de que cada uno enuncia nombres de distintos de quienes nos dieron Patria y Libertad.

Entonces, en un protocolo se especificarían los nombres exactos; sin salirse de rememorar la hazaña del Cura de Dolores. Por cierto, tampoco hay datos precisos sobre quién lo acompañaba en el momento de llamar a la sublevación y tocar las campanas, menos aún una cónyuge.

Por tanto, en la ceremonia oficial alusiva tampoco tiene por qué estar la esposa del Presidente de México que esté en turno. Quizá la presencia de la consorte fue un invento en la era priista. Y si fuera el caso, no cabe en la época de la “Cuarta Transformación”.

Como tampoco cabe que el mandatario (ya sea de la Nación, de las entidades federativas o de los municipios) se hagan acompañar en el acto solemne de la familia completa, la cual puede unirse al festejo una vez rememorado El Grito.

Vaya, la presencia de la esposa solo ha dado pie, sobre todo en los últimos cinco sexenios, a criticar el vestuario de la Primera Dama, generalmente comprado a cargo del erario, con la excepción, dicen, de la Cuarta “T”. Y en los estados y municipios ¿quién paga los vestiditos?

La ceremonia de El Grito pasa a segundo término y los reflectores acaparan el vestuario, el maquillaje, la forma de caminar, de reírse y hasta de saludar de la esposa del mandatario en turno.

En fin, que AMLO también innovó en la cena: No fue banquete de gala, sino fueron antojitos mexicanos debajo de toldos, lo cual denotó austeridad.

Y como bien dijo un tuitero: López Obrador “trasmite un sentimiento profundo de pasión por México”.

Amén de cualquier cosa, hace falta un protocolo puntual para conmemorar El Grito de Dolores. ¿Quién debe confeccionarlo?

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