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#Opinión Rosy RAMALES
Anoche el Pleno del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca resolvió las últimas impugnaciones en contra de la elección de gobernador, celebrada el domingo 5 de junio pasado; resolvió, la llamada “impugnación madre”, con lo cual el órgano jurisdiccional electoral prácticamente ratifica el triunfo del priista Alejandro Ismael Murat Hinojosa.
Sin embargo, Alejandro Murat aún no es Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca como lo pretende hacer creer el Partido Revolucionario Institucional (PRI); adquirirá tan honroso cargo hasta cuando rinda protesta ante la soberanía popular, es decir, ante el pleno de la próxima LXIII Legislatura local el primero de diciembre próximo.
Lo que hizo anoche el Pleno del TEEO fue resolver los últimos Recursos de Inconformidad presentados en contra de la elección de gobernador y, en su sentencia emitió tres puntos resolutivos: Declara “infundados los agravios…”, “no actualiza la nulidad de la elección…” y “ordena…realizar el cómputo final y la calificación de la elección de Gobernador del Estado de Oaxaca y en su caso, declaración de validez de la elección y de Gobernador Electo…”
O sea, anoche no declararon Gobernador Electo a Alejandro Murat, quien desde que le entregaron su constancia de mayoría ha tenido la calidad de candidato ganador de la elección o candidato que obtuvo el mayor número de votos.
Será Gobernador Electo Constitucionalmente hasta que el Pleno del TEEO lo declare como tal, así lo establece la ley. Incluso, lo recalca el último párrafo de uno de los dos comunicados emitidos anoche por el Tribunal: “Una vez concluida esta etapa, el Pleno del TEEO hará el cómputo final y la calificación de la elección de Gobernador del Estado”. Y, por supuesto, el tercer resolutivo de la sentencia del órgano jurisdiccional local en material electoral.
¿Por qué anoche no lo declararon Gobernador Electo? Porque al resolver los Juicios de Inconformidad se anularon alrededor de siete casillas, entonces es necesario hacer el cómputo final para proceder en consecuencia. Claro, la resolución ratifica el triunfo de Alejandro Murat pues la nulidad de la votación en siete casillas no revierte el resultado de la elección, la cual ganó por más de cien mil votos de diferencia.
Entonces, ¿por qué tanta prisa en llamarlo Gobernador Constitucional? La forma es fondo. Y si todo el proceso electoral pisotearon las leyes y le metieron mano a la Constitución Política del Estado de Oaxaca, es hora de empezar a respetar la formalidad y a los oaxaqueños.
¿Cuál es la prisa en llamarlo Gobernador Constitucional? Lo será en el plazo establecido en la Constitución. Ya no hay nubarrón ni impugnación que lo impida, cuando menos a nivel local, donde la última instancia es el TEEO. Pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación puede revisar las resoluciones del máximo órgano jurisdiccional local en material electoral.
Claro, la prisa puede consistir en la necesidad de declararlo Gobernador Electo Constitucionalmente (cosa que es muy distinta a ser ya Gobernador Constitucional) para efectos de que el próximo lunes pueda iniciar la etapa de entrega-recepción para la transición del Poder Ejecutivo en Oaxaca.
Porque si no es Gobernador Electo Constitucionalmente, declarado así por el órgano electoral competente, ¿entonces nada le da la facultad de encabezar la transición y entrega-recepción.
Ustedes se preguntarán, queridos lectores, queridas lectoras, ¿entonces por qué todo mundo le ha dicho Gobernador Electo desde cuando recibió su constancia de mayoría? Quizá para economizar palabras, pues en todo caso se tenía que escribir o pronunciar: “El candidato que obtuvo el mayor número de votos en la elección de gobernador…” Uf.
En serio, en política la forma es fondo, máxime en situaciones tan delicadas para nuestro estado, donde el horno no está para bollos.
¿Cuándo harán el cómputo final de la elección y lo declararán Gobernador Electo? Puede ser hoy o mañana, o el lunes temprano.
