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#Opinión Por:Rosy RAMALES
Según corrillos internos, el PRD ha trazado tres rutas rumbo a las elecciones presidenciales del 2018:
Una: Ir en coalición con Morena llevando como candidato, por supuesto, a Andrés Manuel López Obrador.
Dos: Conformar el Frente Amplio Democrático con el PAN y con todo tipo de fuerza política y social de izquierda, postulando a un externo como, por ejemplo, a Juan Ramón de la Fuente, ex Secretario de Salud y ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Tres: Si no cuaja ninguna de las anteriores, competir solo con un candidato como Juan Zepeda Hernández, quien ya anda presentándose con la militancia del PRD por todo el país, fortalecido con los resultados que le dio al partido en las recientes elecciones de gobernador del Estado de México; dejó atrás al PAN (y cómo no, si Josefina Vázquez Mota desde el principio fue muy mala candidata).
Y ya sabrán, ninguna de las tres rutas tiene el aval unánime de las tribus perredistas. De ahí los jaloneos, los cuales probablemente veremos hasta cuando llegue el momento del registro de candidatos a la Presidencia de México ante el Instituto Nacional Electoral (INE), o, si bien se portan, previo al registro de coaliciones, ya sea que el PRD consiga coaligarse con Morena o con el PAN y demás organizaciones atraídas por el Frente Amplio Democrático.
Claro, la única forma de competir es en coalición, figura jurídica en la cual deberá convertirse en su momento tal Frente, de conformarse porque hasta el momento es solo idea, proyecto, imaginación.
¿Qué ruta conviene más al PRD? Pues el escenario ideal sería la coalición con Morena; ganarían de calle la elección presidencial. Sin embargo, Andrés Manuel ya pintó su raya como evidenciando gran desconfianza hacia los gurús perredistas.
Electoralmente es también prometedora una alianza con el PAN, con o sin Frente.
Y sin duda, el camino más difícil es la competencia per se. No obstante, va siendo hora en que el PRD se mida solo en una elección presidencial; hace tres procesos electorales en que compite coaligado sin resultados exitosos.
En el 2012, la coalición “Movimiento Progresista” integrada por el PRD, el PT y Convergencia obtuvo un honroso segundo lugar, postulando precisamente a López Obrador. Fue cuando el PRI regresó a la Presidencia de México después de dos sexenios panistas.
En el 2006 el PRD volvió a contender de manera conjunta con el PT y Convergencia en la coalición “Por el bien de todos”, encabezada por AMLO, y no pudieron ganarle al PRI, el cual al verse perdido le dio una ayudadita al PAN convirtiendo a Felipe Calderón Hinojosa en Presidente de México. Eso según el dicho de propios priistas.
En el 2000, el PRD participó en la coalición “Por México a la victoria” junto con el PT, Convergencia, el PAS y el PSN, y la encabezó el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, ícono de la izquierda mexicana. Quedó en tercer lugar. El PRI perdió por primera vez una elección presidencial, pero frente al PAN, el cual llevó como candidato a Vicente Fox Quezada.
Haciendo cuentas, ¡el PRD lleva 18 años sin medirse solo en una elección presidencial! Ciertamente, competir per se conlleva la probabilidad de perder más fácilmente. Sin embargo, la coalición también tiene sus riegos. Y compitiendo solo por lo menos sabrá cuántos votos es capaz de obtener por sí mismo como partido político, tal y como ocurrió en la reciente elección de gobernador del Estado de México, donde le fue bastante bien con la candidatura de Juan Zepeda; quedó en tercer sitio con más votación que en los comicios anteriores, cuando el pronóstico inicial era que se desplomaría hasta el quinto lugar.
En fin, en sus escenarios el PRD (igual que cualquier partido político) también debe prever la competencia de una candidatura del EZLN por la vía independiente. Es izquierda, y la izquierda le quita votos a la izquierda.
JUAN ZEPEDA EN OAXACA
Este domingo, Juan Zepeda pisó suelo oaxaqueño, donde se reunió con la militancia del PRD y ofreció una rueda de prensa. El ex candidato a gobernador del Estado de México acudió a la tierra de don Benito Juárez a promocionar la conformación del Frente Amplio Democrático.
Claro, y de paso para promocionarse en su aspiración a la candidatura del PRD a la Presidencia de México. No lo dijo expresamente. Pero es obvio, sobre todo cuando existen muchas posibilidades de conseguir la postulación después de los favorables resultados que le dio al partido en Edomex, y en el escenario de que no cuaje ni el Frente ni la coalición con Morena.
Va haciendo presencia. Como dice la canción, caminante no hay camino, se hace camino al andar.
Y de todo lo que dijo, cabe destacar su pronóstico: “El PRD para el próximo año es muy importante para la vida política del país, nosotros vamos a definir quién gana la elección de la presidencia.”
PROSPECTOS OAXAQUEÑOS AL SENADO
En Oaxaca, junto a Juan Zepeda se sentaron tres cuadros del PRD local cuyos nombres suenan en el escenario electoral para los comicios del 2018: Francisco Martínez Neri, José Antonio Estefan Garfias y Carol Antonio Altamirano Toledo; los dos primeros diputados federales y el último, diputado local.
Martínez Neri, actual coordinador del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados Federal, es un cuadro natural para la candidatura al Senado de la República. Pero también se le menciona para competir por la presidencia municipal de la capital oaxaqueña, donde ahora gobierna el PRI.
Siempre ha sonado el nombre de Martínez Neri para la presidencia municipal del corazón político de Oaxaca. Incluso, se le ve como uno de los cuadros a la gubernatura en la siguiente elección. Su origen es de izquierda y tiene un perfil mesurado, académico y hasta cierto punto serio. Y sin duda, está en un momento en que puede darse el lujo de elegir el cargo a competir.
Aunque, claro, en el PRD las postulaciones son partos muy complicados aun cuando las posibilidades del cuadro sean las óptimas.
Hay otro cuadro perfilado hacia la candidatura perredista al Senado: Carol Antonio, actual coordinador de la bancada local. Tiene experiencia legislativa federal y ahora anda muy movido tanto en el trabajo legislativo como en el político-partidario, después de la locura de empanizarse para contender por la diputación local.
(Es lo malo de las coaliciones, al final ya no se sabe si son azules o son amarillos).
Carol Antonio retomó el perredismo bastante bien con la conducción de la bancada local y hasta ahora ha hecho cierto decoroso papel. Es hábil para tejer alianzas fácticas. Veremos que pasa más adelante.
Evidentemente, hay un tercer prospecto a la candidatura del PRD al Senado de la República, encabezando la primera fórmula de mayoría relativa: José Antonio Estefan Garfias. Claro, nadie quiere encabezar la segunda fórmula, pues ante una derrota y la obtención del segundo lugar, ésta no entra.
Mmm… pero ¿podrá el PRD quedar en segundo lugar en la próxima elección de senadores en el estado de Oaxaca, donde Morena lo mandó al tercer sitio en los comicios locales del 2016?
Estefan Garfias también es visto como aspirante al Senado. Según dicen en los corrillos perredistas, él cree tener posibilidades tras quedar en segundo lugar en la pasada elección de gobernador cuando encabezó la coalición PRD-PAN. Sin embargo, sus bonos han bajado.
Después de la jornada electoral, Estefan Garfias se alejó del ambiente político y social. Poco a poco fue retomando su vida normal. Pero se distanció mucha de la gente. Es hasta ahora en que empieza a aparecer, sobre todo mediáticamente.
Quien sabe cuanto le pueda pesar electoralmente la afinidad que le atribuyen con el grupo Gabino Cué-Diódoro Carrasco-Rafel Moreno Valle, sobre todo cuando buena parte de oaxaqueños están muy enojados con la situación en que los gabinistas dejaron la entidad.
En fin, en los corrillos internos ven el siguiente escenario: Martínez Neri, candidato a la presidencia municipal de la capital oaxaqueña; Carol Antonio, candidato al Senado, y Estefan Garfias, presidente del Comité Estatal del PRD. ¿Va por ahí?
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