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Por:Rosy RAMALES
En el asunto de la transición de los poderes Ejecutivo y Legislativo de Oaxaca, las cosas se empiezan a poner interesantes. El próximo domingo se instala la nueva Legislatura y se esperan muchas sorpresas. De entrada, se quedarán frotándose las manos quienes ya se hacían presidiendo los órganos de gobierno del Congreso oaxaqueño, porque habrá reformas a la Ley Orgánica del Poder Legislativo local.
Reformas que se harán en el último periodo extraordinario de sesiones de la LXII Legislatura saliente convocado por la Diputación Permanente, que preside el priista Adolfo Toledo Infanzón; por cierto, diestramente. El periodo de una sola sesión tendrá lugar la noche de este viernes; apenas unas horas antes de la instalación de la siguiente Legislatura.
La iniciativa de reformas al artículo 39 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Oaxaca fue presentada apenas anoche en la última sesión ordinaria de la Diputación Permanente de la Legislatura saliente, por los diputados priistas Adolfo Toledo Infanzón, Carlos Alberto Ramos Aragón, Gustavo Díaz Sánchez y María Luisa Matus Fuentes, así como por los diputados Ericel Gómez Nucamendi de Convergencia, Manuel Pérez Morales del Partido Social Demócrata (PSD) y Jefté Méndez Hernández (independiente).
¿Y a qué se refiere dicho artículo? Textualmente establece:
“ARTICULO 39.- La Junta de Coordinación Política, es la expresión de la pluralidad del Congreso; por tanto, es el órgano colegiado en el que se impulsan entendimientos y convergencias políticas con las instancias y órganos que resulten necesarios a fin de alcanzar acuerdos para que el Pleno esté en condiciones de adoptar las decisiones que constitucional y legalmente le corresponden.
“La Junta de Coordinación Política se integra con los Coordinadores de cada fracción parlamentaria. Será Presidente de la Junta por la duración de la Legislatura, el Coordinador de la fracción parlamentaria que por sí misma cuente con la mayoría absoluta en el Congreso.
“En el caso de que ninguna fracción parlamentaria se encuentre en el supuesto señalado en el párrafo anterior, la Presidencia de la Junta será ejercida, en forma alternada y para cada año legislativo, por los coordinadores de las tres fracciones parlamentarias que cuenten con el mayor número de diputados.
“El orden del ejercicio de la presidencia se resolverá a favor de la fracción parlamentaria que tenga el mayor número de diputados.
“La Junta de Coordinación Política deberá integrarse a más tardar, en la segunda sesión que celebre el Congreso al inicio de la Legislatura.
“La instalación de la Junta de Coordinación Política, será mediante sesión que la misma celebre, la que será convocada por el Coordinador de la fracción parlamentaria que ejerza la presidencia.”
¿Y en qué consiste la reforma? Se desconoce a ciencia cierta. Empero trascendió que la reforma plantea que los integrantes de la Junta de Coordinación Política sean electos por el Pleno, y ya no sea por filiación en función del número de diputados de cada bancada.
¡¿Qué tan?!
¿Qué, ya no le interesa al PRI presidir la Jucopo? Pues sí, pero en el primer año de ejercicio legal de la entrante Legislatura tiene más peso la Mesa Directiva considerando que será el año de las reformas estructurales del gobierno de Alejandro Ismael Murat Hinojosa. Además, tiene que ver también con la conducción de la sesión donde éste rendirá protesta como Gobernador Constitucional.
¿EN RIESGO LA INSTALACIÓN DE LA PRÓXIMA LEGISLATURA?
Por primera vez en la historia oaxaqueña, se corre el riesgo de que la Legislatura entrante no se instale en tiempo y forma el próximo domingo 13 de noviembre. La instalación podría ser saboteada por los trabajadores al servicio del Poder Legislativo, si acaso los diputados salientes insisten en conceder 42 bases a igual número de personas de su confianza, en su mayoría “aviadores”.
Pero además porque tienen información sobre la probabilidad de que la Legislatura saliente apruebe reformas lesivas a la Ley de Pensiones en un periodo extraordinario de sesiones que sería convocado en las últimas horas de su ejercicio legal por la Diputación Permanente, para celebrarse este viernes o el sábado.
Porque aún cuando el Orden del Día no incluya punto relacionado, temen una propuesta de última hora para ser aprobada de urgente y obvia resolución como ha sido praxis en la segunda Legislatura de la “transición”, ya está por concluir.
Los burócratas nunca habían mostrado tanto enojo como ahora. Porque consideran que por pagar “sueldo” a los “aviadores”, en el Congreso oaxaqueño frecuentemente no hay ni papel de baño, ni agua para los excusados. Tanto así que en ocasión reciente se vieron en la necesidad suspender labores ante la falta de condiciones para usar los baños.
Después de mantener “tomada” la sede del Congreso oaxaqueño por alrededor de 17 horas, los burócratas liberaron los accesos a las 05:00 horas de este jueves, hora en que pudieron salir diputadas y diputados electos del PRD, del PAN y del PT que acudieron a solicitar su acreditación correspondiente para la instalación de la Legislatura.
Procedieron a la liberación tras conseguir firmar un acuerdo entre los sindicalizados y los coordinadores de las fracciones parlamentarias del PRI y del PRD, Alejandro Avilés Álvarez y Jesús López Rodríguez, respectivamente. Sin embargo, el presidente de la Junta de Coordinación Política, el panista Gerardo García Henestroza, no llegó a la firma de la minuta correspondiente.
Por eso este jueves, los trabajadores al servicio del Poder Legislativo continuaron sus reuniones para determinar acciones a seguir en el caso de que los diputados salientes quieran darles atolito con el dedo.
Y los trabajadores tienen razón. No es posible que el presupuesto de 600 millones de pesos no alcancen para procurar condiciones laborales dignas, pero sí para pagar el “sueldo” o “apoyos” de personas afines a diputados y que no trabajan en el Congreso del Estado, sino más bien representan compromisos políticos.
Incluso, los burócratas no se oponen a más personas tengan una fuente de trabajo, pero sí a que se otorguen bases a quienes no trabajan en el Congreso cuando hay trabajadores formados en la fila desde hace muchos años.
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