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#Opinión Rosy RAMALES
De las entidades federativas donde habrá elecciones el próximo domingo 5 de junio, emanarán gobernadores, diputados locales y concejales a los ayuntamientos, según el caso. Es decir, los comicios nos darán autoridades y representantes populares, pero además una nueva correlación de fuerzas electorales tanto en el país como en cada entidad.
La correlación de fuerzas electorales se mide de tres formas:
Una: Por el número de votos obtenido por cada partido político en la elección de mayor importancia.
Dos: Por el número de distritos electorales ganados (diputados de mayoría).
Tres: Por el número de municipios ganados.
Y claro, el dominante en una entidad federativa será el partido político que consiga carro completo, habiendo por lo menos elecciones de gobernador y de diputados locales. Manejar dos Poderes representaría tener el control prácticamente de todo en la entidad.
Pero…¿habrá carro completo? Parece que no. El mismo Manlio Fabio Beltrones Rivera, presidente del PRI nacional (otrora partido hegemónico), ha reconocido la imposibilidad del carro completo en los actuales tiempos político-electorales. ¡Y cómo no! Ahora hay más competencia y competidores fuertes, pero, además, las traiciones internas a veces son más efectivas que la lealtad de la militancia.
¿Traiciones internas? Bueno, ¿y quién traiciona a quien? ¿Las cúpulas (federal y locales) que imponen candidatos importándoles un cacahuate la opinión de la militancia y las aspiraciones de cuadros con mejor derecho? ¿O los militantes lastimados y ninguneados?
Claro, hay de traiciones a traiciones. Por ejemplo: Hace seis años en Oaxaca el PRI sufrió la traición más grande y dolorosa en la historia local: Mismos militantes contribuyeron de manera determinante en la derrota del candidato priista a gobernador, Eviel Pérez Magaña; fue algo así como un cobro de facturas entre cabecillas de grupos internos.
En fin, retomemos el tema de la correlación de fuerzas electorales como consecuencia de los resultados de las elecciones del próximo domingo.
¿Cuál es el pronóstico a nivel nacional? Uf, las circunstancias, las ideologías y la unidad interna de los partidos políticos, han cambiado tanto que resulta impredecible; además, existe un electorado más informado, por lo menos en las ciudades (aunque a veces apático).
Ni siquiera las encuestadoras dieron resultados precisos; y, en algunos casos, fue evidente el manejo tendencioso de las encuestas con el ánimo de manipular la voluntad del votante hacia determinada opción política; hubo honrosas excepciones, pero se perdieron en el mar de estudios demoscópicos contratados ex profeso para inducir las tendencias electorales.
La correlación de fuerzas electorales va a cambiar con los resultados de las elecciones del cinco de junio, y Morena representa un factor determinante tanto a nivel nacional como local; le restará votos a diversos partidos políticos, pero sobre todo al PRD.
Morena busca colocarse como segunda o tercera fuerza electoral nacional con las elecciones del próximo domingo; en consecuencia, de la suerte de Morena depende la del PRD y la del PAN. Y por supuesto, la del PRI en el contexto de las elecciones presidenciales del 2018, la cuales representan la meta real de Andrés Manuel López Obrador.
En número de electores las entidades federativas prioritarias para todo partido político serían: La Ciudad de México, donde elegirán diputados a la Asamblea Constituyente; Veracruz con comicios de gobernador y diputados; Puebla, donde la elección es solo de gobernador; Oaxaca con elecciones de gobernador, diputados y concejales a los ayuntamientos, y después de ésta entidad siguen en la Lista Nominal: Chihuahua, Baja California, Tamaulipas, Sinaloa e Hidalgo.
Vean las siguientes gráficas:
Oaxaca:
Veamos la correlación de fuerzas en Oaxaca:
En el 2010, el PRI perdió la gubernatura después de más de 80 años ininterrumpidos; el PRD quedó como segunda fuerza electoral y el PAN en tercera en cuanto a número de votos. En aquella ocasión, el Revolucionario Institucional también perdió su mayoría en la Cámara de Diputados, quedando maniatado para hacer reformas legales con su sola bancada.
En los comicios locales intermedios del 2013, el PRI gana el mayor número de distritos electorales, pero sin recuperar la mayoría legislativa (aún sumándole los diputados de representación proporcional). De un total de 25 distritos, el Revolucionario Institucional obtuvo 11, el PAN ganó 7, el PRD se llevó 6, y el PVEM 1.
No obstante, en cuanto al número de votos, el PRI mantuvo su primer lugar, seguido del PAN y luego del PRD.
En las elecciones federales del 2015, la correlación de fuerzas cambió: El PRI permaneció como primera fuerza, pero con menor número de votos; el PRD quedó como segunda, y, en su debut, Morena desbancó al PAN de la tercera posición.
Para las elecciones del próximo domingo, se percibe la probabilidad de que Morena alcance el segundo lugar en número de votos. Si su tendencia sigue en crecimiento, y le va bien en el 2018, se convertiría en el competidor más fuerte para disputar la gubernatura oaxaqueña dentro de seis años.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
