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Por Rosy RAMALES
Desde cuando se supo de la probabilidad del encuentro del presidente Andrés Manuel López Obrador con su homólogo estadounidense Donal Trump, diversas organizaciones de migrantes mexicanos lo calificaron como una traición a ellos por parte de AMLO.
Por supuesto, debido a la postura xenofóbica del republicano como candidato y luego en su ejercicio como Presidente de los Estados Unidos; incluso, su campaña en parte se basó en ataques hacia los migrantes, tachando de “violadores” y “asesinos” a los mexicanos.
De ahí el total rechazo de algunas agrupaciones de migrantes. Por ejemplo, el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) dijo:
“Sr. presidente López Obrador, cómo es posible que usted que ganó las elecciones en México con una plataforma progresista y de cambio para México se preste a ser un colaborador con Donald Trump, quien desde que era candidato no ha escondido su racismo y odio contra nosotros los mexicanos que vivimos en los Estados Unidos”.
Pero AMLO no hizo caso, como no hace caso a nada. Y fue al encuentro de su homólogo, feliz, contento, y hasta usando cubre-bocas para poder viajar.
Para el presidente López Obrador fue un triunfo a su favor reunirse con Trump. Pero para parte de la comunidad migrante mexicana fue una traición, máxime cuando el magnate ha insistido en cumplir su promesa de levantar el muro fronterizo entre ambas naciones.
Un muro para impedir el paso no solamente de centro y sudamericanos, sino también de mexicanos que buscan mejores condiciones de vida en Estados Unidos trabajando de sol a sol en campos de cultivo, en fábricas y en todo tipo de oficios; es la mano de obra barata que mueve la economía gringa, pero para Donald son menos que mendigos.
Con conocimiento de causa, el FIOB dijo: “Trump odia a México y a los mexicanos. Lo mejor es mantener la dignidad y luchar por los principios de dignidad y soberanía, cueste lo que cueste”.
Sin embargo, el presidente López Obrador solamente tuvo elogios para Donald; así refirió:
“Lo que más aprecio es que usted nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía (…) no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí, para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto. Nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano”.
¿Qué tal? ¿Y el muro no es una imposición? ¿Tampoco frenar la ola migratoria desde la frontera sur? ¿Y la reforma laboral como condición para firmar el T-MEC? ¿Y la pronta reanudación de actividades para reactivar la economía cuando la pandemia registra contagio exponencial? Claro, para reactivar la economía de Estados Unidos con la materia prima y producción mexicana.
Bueno, ¿cuánto le debe AMLO a Trump que así le paga a los mexicanos?
¿Serán favores electorales en un trueque 2018-2020? ¿El gringo habría ayudado al tabasqueño? Por otra parte, recordemos que en noviembre de este año habrá comicios presidenciales en Estados Unidos y Donald pretende reelegirse.
Y en su segunda campaña, tal parece que Trump usa una estrategia opuesta a su primera campaña en la cual se fue en contra de la población migrante, incluyendo a la mexicana; hoy el estadounidense afirma que “los 38 millones de ciudadanos mexicano-americanos que radican en Estados Unidos son, al igual que el presidente, grandes negociantes, grandes personas y seres honorables”.
Ahhh, pero ojo…dijo “ciudadanos mexicano-americanos”, no indocumentados.
En fin, pareciera como si el presidente López Obrador fue a Estados Unidos a hacerle parte de la campaña a Donald Trump, quien quizá para reelegirse ahora necesite del voto de los migrantes con calidad de ciudadanos estadounidenses.
¿Y en México AMLO necesitará del voto de los mexicanos residentes en el extranjero para sus candidatos en las elecciones del 2021? Pues como en el ámbito federal son elecciones intermedias, no aplica dicho voto, pero sí aplicará en comicios locales para gobernador.
Habrá elecciones para gobernador en entidades como Colima, Baja California, Baja California Sur, Guerrero, Michoacán, Querétaro, Sinaloa, San Luis Potosí, Nayarit, Campeche, Sonora, Zacatecas, Chihuahua y Tlaxcala.
En 2018, por Andrés Manuel votaron alrededor de 63,863 mexicanos residentes en el extranjero, en su mayoría radicados en Estados Unidos. Veremos si en 2021 responden igual para las candidaturas lopezobradoristas en los comicios para gobernador en las entidades donde exista el voto foráneo.
Retomando el tema. Imagínense, cómo se habrán sentido aquellos mexicanos y mexicanas que en 2018 dieron a AMLO su voto como ciudadanos residentes en el extranjero, así como a los abanderados a senadores por la coalición “Juntos Haremos Historia”.
Se habrán sentido ignorados, ninguneados, traicionados, dolidos.
Hasta le queda aquella canción que dice: “Cuando mas seguro estaba / Me diste en el alma el golpe traidor / Por lo que hiciste conmigo / Tendrás tu castigo lo juro por Dios…”
Vaya, la canción da para un corrido en el contexto electoral.
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