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AMLO, ve la tempestad y no se hinca.

Opinión por Rosy Ramales

En la sabía filosofía popular se ha acuñado la frase “ven la tempestad y no se hincan” para referir: Ver el problema sin hacer nada, ver la magnitud del pecado sin enmendarse, ver la gravedad sin siquiera inmutarse.

Ni mandada a hacer la frase frente a la actitud asumida hasta ahora por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ni ante la pandemia del coronavirus ha dejado de lado sus ironías, sospechas y falta de políticas públicas adecuadas.

No actúa como Jefe de Estado, sino como un candidato en permanentemente campaña.

No obstante de que ahora está en juego la salud de los mexicanos.

Si fuese más inteligente se daría cuenta de que, incluso, en la salud de los habitantes se está jugando su propio futuro político, por decirlo de algún modo.

Bueno, después de la Presidencia de México a nada más puede aspirar, pues es el máximo cargo de representación popular en nuestro país, a menos de que en pretenda reelegirse.

Futuro político también es trascender en la historia como el mejor mandatario de los últimos tiempos, como un ícono de la izquierda.

Sin embargo, hasta el momento hace todo lo contrario sobre todo frente a un problema mundial de grandes repercusiones: La pandemia de coronavirus.

Desde cuando especialistas y no especialistas empezaron a hablar de que el coronavirus llegaría a México, el presidente López Obrador desestimó la seriedad del problema.

Y cuando dieron positivo los primeros casos de COVID-19 y las preguntas sobre la capacidad de México para enfrentar la problemática, AMLO salió con su cantaleta contra los conservadores.

Dijo entonces: “Los conservadores quisieran que nos infectáramos”, como echando la culpa a sus opositores sobre el fracaso de su gobierno.

¡Qué lamentable!

Como lamentable sería que sus adversarios y disidentes (conservadores o no) desearan la derrota del presidente López Obrador en la administración pública federal a costa de la salud de los mexicanos y de cualquier habitante en nuestro país.

¡Un deseo perverso en cualquiera de sus aristas!

Como jefe de un Estado Nacional, López Obrador debió tomar todas las medidas necesarias para contener la presencia del coronavirus en México.

Vaya, los principales aeropuertos internacionales de nuestro país solamente vía un detector de fiebre intentaron dar con personas infectadas. ¿Y si los contagiados aun no traían temperatura pero sí eran portadores del virus?

El Gobierno Federal también desestimó el ingreso de vuelos internacionales, robre todo provenientes de países de Europa como Italia y España, mientras Estados Unidos cerraba sus fronteras a la navegación aérea.

Ojalá sea como dice AMLO: “Tenemos a los mejores expertos atendiendo este asunto: médicos, científicos, que están ocupados en la atención de este asunto para evitar contagios y seguimos atendiendo. No somos conservadores, mentirosos, hipócritas”.

Caso contrario, se comprobará que la izquierda representada por él, también estaría llena de mentirosos e hipócritas, que ocultaron la realidad de nuestro país ante la pandemia del coronavirus y pusieron en riesgo a la población mexicana.

El mismo presidente López Obrador debería poner el ejemplo respecto de las medidas sanitarias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMC). Sin embargo, ve la tempestad y no se hinca.

No ha tenido ganas de cancelar sus giras por el interior del país, poniendo en riesgo la salud las personas que acuden a las mismas sobre todo en los eventos masivos.

Una de dos: O el mandatario tiene la certeza de la salud de los mexicanos o de la mentira sobre el coronavirus; desafiar una pandemia como lo hace AMLO solamente se explica así. O, dado el caso, ignora la magnitud del problema.

Por lo pronto, ayer realizó como si nada su gira por los pueblos afromexicano y mixteco de Marquelia, en Guerrero, donde dijo: “Sacaremos a nuestro querido México adelante a pesar de los infortunios o las pandemias”.

Y no solo encabezó actos masivos, sino que también abrazó y besó.

¿Alguien podría decirle que expone la salud de las personas que asisten a sus mítines, sobre todo la de niños, niñas y adultos mayores?

Ya si él quiere exponer su propia vida, será su responsabilidad.

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